Uno de los anuncios novedosos del discurso de García fue la conformación del pacto social. No explicó qué sería ni quiénes lo conformarían pero al día siguiente ya tenía su Director Ejecutivo y gran cobertura periodística como para no quejarse de que los medios no publicitan sus obras, como señaló en el susodicho mensaje.
La intención hubiese sido positiva sino viniera de un presidente mentiroso y sin voluntad para cumplir sus promesas. Además parte del intento de García de levantar su popularidad mermada por la ineficiencia de su gobierno para enfrentar los conflictos sociales. Tener adormecidos a los actores de las movilizaciones en las discusiones ad infinitum que se darán en el pacto social, hablando en plata, no solucionará nada. Como dirían los apristas dialogar no es pactar. Más aún si no se parte por analizar la madre del cordero, el hecho de que la constitución que nos rige no conforma el pacto social por excelencia como debería pasar en una sociedad democrática. Si éste que es el acuerdo Marco de todos los peruanos no lo es en realidad ¿sobre la base de qué podemos hablar de pacto social? Para mí está cantada, una propuesta improvisada, populista y desvinculada de un proyecto nacional no es más que otro psicosocial que García ha inventado para sosegar a las masas reclamonas y descontentas. ¿Acaso cambiará en algo la estructura económica, se podrá exigir a las mineras que paguen el impuesto a las sobreganancias, se podrá regular las services o hacer que las AFP inviertan en el país? Esta es una propuesta que pretende proteger a los que sienten miedo por el paro en las regiones dándoles una paz momentánea a los que se benefician económicamente del sistema. El "pacto social" se convertirá, finalmente, en una forma más de legitimar el chorreo como lo hacen actualmente los programas sociales.
A lo que el señor García debe comprometerse más allá de pactos es a redistribuir la riqueza en el país. El verdadero pacto social comenzará con una nueva y justa repartición de poderes en el Perú modificando para ello la estructura económica que hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
La intención hubiese sido positiva sino viniera de un presidente mentiroso y sin voluntad para cumplir sus promesas. Además parte del intento de García de levantar su popularidad mermada por la ineficiencia de su gobierno para enfrentar los conflictos sociales. Tener adormecidos a los actores de las movilizaciones en las discusiones ad infinitum que se darán en el pacto social, hablando en plata, no solucionará nada. Como dirían los apristas dialogar no es pactar. Más aún si no se parte por analizar la madre del cordero, el hecho de que la constitución que nos rige no conforma el pacto social por excelencia como debería pasar en una sociedad democrática. Si éste que es el acuerdo Marco de todos los peruanos no lo es en realidad ¿sobre la base de qué podemos hablar de pacto social? Para mí está cantada, una propuesta improvisada, populista y desvinculada de un proyecto nacional no es más que otro psicosocial que García ha inventado para sosegar a las masas reclamonas y descontentas. ¿Acaso cambiará en algo la estructura económica, se podrá exigir a las mineras que paguen el impuesto a las sobreganancias, se podrá regular las services o hacer que las AFP inviertan en el país? Esta es una propuesta que pretende proteger a los que sienten miedo por el paro en las regiones dándoles una paz momentánea a los que se benefician económicamente del sistema. El "pacto social" se convertirá, finalmente, en una forma más de legitimar el chorreo como lo hacen actualmente los programas sociales.
A lo que el señor García debe comprometerse más allá de pactos es a redistribuir la riqueza en el país. El verdadero pacto social comenzará con una nueva y justa repartición de poderes en el Perú modificando para ello la estructura económica que hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
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