La austeridad es loable en un gobierno que tiene el objetivo de conseguir el desarrollo, pero, cuando el anuncio se hace cotidiano utilizando banderas que no significan grandes cambios, se delata la demagogia política y la falta de rumbo. Si seguimos así, habremos generado al Estado un gasto mucho mayor por los costos de los mensajes del gobierno en cadena nacional, en relación a lo que se pretende ahorrar. Amén, por supuesto, de lo que se deja de ganar por la inoperancia en ciertos temas, como en el impuesto a las sobreganancias mineras. El anuncio del Ejecutivo de reducir los salarios de los alcaldes revela no sólo la inadecuada utilización de un mensaje a la nación sino un espíritu de avasallamiento político. Arrollar de esta manera la autonomía de las municipalidades no corresponde a la época donde se debiera fomentar el respeto a las instituciones. La rebaja de sueldos es una medida lógica, peruano pobre y alcalde rico no concuerdan, pero plantear así una relación entre el gobiern...
Articulos publicados en el Diario La República de Lima - Perú