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Mostrando entradas de marzo, 2007

Te impongo un sueldo (26/03/07)

La austeridad es loable en un gobierno que tiene el objetivo de conseguir el desarrollo, pero, cuando el anuncio se hace cotidiano utilizando banderas que no significan grandes cambios, se delata la demagogia política y la falta de rumbo. Si seguimos así, habremos generado al Estado un gasto mucho mayor por los costos de los mensajes del gobierno en cadena nacional, en relación a lo que se pretende ahorrar. Amén, por supuesto, de lo que se deja de ganar por la inoperancia en ciertos temas, como en el impuesto a las sobreganancias mineras. El anuncio del Ejecutivo de reducir los salarios de los alcaldes revela no sólo la inadecuada utilización de un mensaje a la nación sino un espíritu de avasallamiento político. Arrollar de esta manera la autonomía de las municipalidades no corresponde a la época donde se debiera fomentar el respeto a las instituciones. La rebaja de sueldos es una medida lógica, peruano pobre y alcalde rico no concuerdan, pero plantear así una relación entre el gobiern

El "problema" de la Coca (19/03/07)

Los cocaleros acaban de confiar en el gobierno la paralización de la violencia y el empadronamiento luego de una serie de protestas que tuvieron como colofón el bloqueo de carreteras como medio para ser escuchados. Para ellos está en juego, más que la continuidad de las plantaciones, una forma de supervivencia frente a la marginación que impone un sistema económico excluyente. Lejos de chauvinismos, la hoja de coca no ha encontrado defensa alguna de nuestros gobiernos pese a que forma parte de una identidad originaria, es relegada en un país que intenta ser moderno y globalizado. Esta falta de identificación ha permitido la proscripción de la hoja en la ONU, frenando la investigación de sus propiedades. Pronto y seguro es que algún país proceda a patentar algún derivado, tal y como sucedió con el pisco, aunque éste goce de mayor aceptación. Nos enfrentamos a un problema que lleva años tratándose como una cuestión delincuencial, porque así lo han presentado los cumpas del norte, sin que

Desvarios, compras y "comisiones" (12/03/07)

En este momento no hay peor vergüenza que haber pertenecido a este gobierno, y no solo por su falta de rumbo, sino por la intimidación que supone haber dejado el cargo. Por eso Vallejo se aferra como ministro; renunciar implicaría que Alan y compañía lo satanicen post mortem, como sucedió con Mazzetti y Jiménez. Quien no quiere ser demolido por la prensa pro-García o su entorno, llega a la indignidad de tragar sus palabras. Como Del Castillo, que debió defender la anulación del contrato con Gildemeister cuando un día antes sostenía la renegociación. Mientras hacía el papelón, su presidente se distraía tirando periódicos al suelo. Así es García, trata de limpiarse con los escombros de su gestión y manipula temas como el de la corrupción para dárselas de guardián de la honestidad. Pero la sobreactuación no le queda. Nadie puede creer en una lucha frontal en contra de lo que él instauró como sistema en su pasado gobierno. García sabe hace rato que la corrupción campea impune, y más en los

Crónica de Traiciones (05/03/07)

Por la historia cultivamos la admiración a nuestro pasado incaico, a nuestra cultura y la lucha de nuestro pueblo para liberarnos del dominio español. Pero también aprendemos sobre los problemas no resueltos, los conflictos internos y el aletargamiento continuo de nuestros gobernantes para zanjarlos. Refrescar la memoria y no perder de vista nuestra dinámica pasada puede llevarnos a dejar de cometer los errores recurrentes. En el tema de la soberanía nacional, el yerro ha sido incesante. Sin ir muy lejos, durante el mandato de Leguía, Perú regaló a Colombia el trapecio amazónico mediante el tratado secreto Salomón Lozano. Leguía hizo de tonto útil para cubrir el objetivo de EEUU que necesitaba retribuir a Colombia el haber entregado el Canal de Panamá. Leticia fue esa recompensa. Otro acto de traición fue cometido por Fujimori. Durante su gobierno, se regaló a Ecuador una parte del territorio nacional, Tiwinza, donde habían combatido soldados peruanos en la guerra contra ese país. El C